
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; el Juez ya está delante de la puerta.
-– Santiago 5.9 (RVR)
CUANDO este pasaje bíblico de Santiago 5.7-11 apareció en mi lista de lecturas bíblicas diarias, inmediatamente pensé en mis dos hijas adolescentes. Habían estado refunfuñando una en contra de la otra en el desayuno.
Siguieron criticándose una a la otra hasta que finalmente salieron para la escuela. ¡Sin duda alguna este versículo estaba dirigido a ellas! Decidí leerles el versículo esa noche en la cena.
Al leerlo por segunda vez, comprendí que el pasaje tenía mucho que decirme. Mi esposo Keith y yo hemos estado instalando un nuevo piso en la sala y en la cocina. Nunca habíamos hecho algo así, y el proyecto estaba tomando más tiempo del que habíamos planeado. Keith quería comenzar tarde y yo quería comenzar temprano.
Nuestra paciencia con el piso y uno con el otro se había agotado. Había estado quejándome y sentía, como dice el versículo de hoy, que el juez estaba a la puerta. Entonces oré pidiendo perdón y busqué a Keith. En lugar de quejarme, decidí hablarle con amor y ternura.
Oración:
Amado Dios, ayúdame a resistir la tentación de refunfuñar. Enséñame a hablarle a otras personas con amor. Amén.
fuente: http://www.upperroom.org/elaposentoalto/
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